Cruzando el mar desde El Rodadero se encuentra Playa Blanca, el único balneario en la ciudad que ofrece a sus visitantes una experiencia extrema que permitirá conocer el lugar desde las alturas.
Desde hace siete años en Playa Blanca está disponible al público una atracción denominada canopy, definido como un deporte extremo que consiste en suspenderse por los aires a través de cables y poleas que garantizan un recorrido en línea recta a lo largo de un sitio determinado, en este caso, el mar.
Esta experiencia abrió sus puertas al público el 10 de febrero de 2017, convirtiéndose así en uno de los planes preferidos de turistas y samarios, quienes llegan a la playa buscando vivir un momento de adrenalina y diversión a más de tres metros y medio del suelo.
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De acuerdo con Eduardo Matiz, administrador del canopy, esta idea fue traída a Santa Marta por el señor Juan Carlos Ospino, quien, luego de varios viajes alrededor del mundo, adoptó un modelo europeo que atravesaba riscos y selvas, pero ajustado a los paisajes playeros que brinda la capital del Magdalena.
Precios y características
El acceso al canopy tiene un costo de $50.000 por persona, para doble trayecto, desde Playa Blanca; así mismo, se ofrece un trayecto desde el acuario hasta la playa por $40.000.
La torre receptora tiene con 85 metros de altura, la atracción tiene dos líneas de tensión laterales que soportan distintos pesos. Desde la primera plataforma hasta la torre receptora, hay un total de 350 metros de distancia que pueden recorrerse en dos velocidades, lento o rápido, de acuerdo con la preferencia del usuario.
El trayecto tiene una duración promedio de 3 a 5 minutos si se combinan ambas modalidades (lento – rápido), de 7 a 9 minutos si los dos recorridos se hacen lento y hasta 30 segundos si ambos se hacen rápido, lo que permitiría alcanzar una velocidad de hasta 120 kilómetros por hora.
Al día, el canopy ha llegado a atender hasta 300 personas que llegan a este sitio buscando vivir una experiencia inolvidable.
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El sitio debe someterse a inspecciones rutinarias, que se llevan a cabo cada 15 días para verificar el buen funcionamiento de elementos como los arneses, mosquetones, cintas de seguridad y poleas, en aras de prevenir problemas relacionados con la atracción.
Transporte
El punto de partida para llegar a Playa Blanca es el Embarcadero Norte, ubicado en El Rodadero, desde allí despachan a las lanchas con permiso para realizar este tipo de recorridos.
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Acorde con la información suministrada por Edwin López, encargo del despacho norte de Coomarsertur, una de las cooperativas que opera en el lugar, el trayecto ida y vuelta tiene un costo de $25 mil por persona, sin embargo, en temporada baja los precios pueden bajar hasta $15 mil.
Al adquirir el pasaje para ingresar a la embarcación, la recomendación es guardar el tiquete porque este mismo deberá ser presentado al conductor de la lancha a la hora de regresar hasta el lugar de origen.